Por mucho que nos encante, la Navidad también tiene su cara b. Entre regalos y luces, nadie se libra de los excesos de comida, las copas de más, el turrón… y, en definitiva, todos los estragos que acompañan a cada celebración de esta época del año y que afectan a todas las partes de nuestro organismo, especialmente a nuestra piel. Después de los encuentros navideños, quizá la notamos apagada, seca, con irritaciones y totalmente deshidratada. Por eso, ahora que toca recuperarse de lleno de los excesos, queremos darte algunos consejos para acabar al máximo estos daños, que han pasado factura a la piel y dejarla como antes de las vacaciones.
Alimentación. La mejor opción para desintoxicar el organismo pasa por mantener una dieta variada y equilibrada, en la que no puede faltar frutas ricas en vitamina C, ya que es un poderoso antioxidante y mejora la producción de colágeno, imprescindible para mantener la piel tersa. Tampoco pueden faltar verduras, que promueve la formación de vitamina A, también fundamental para el cuidado de la piel. A esto suma frutos secos, ricos en antioxidantes y aceites que nutren la piel. El pescado, es otro elemento que no puede faltar en nuestra alimentación, sobre todo, todos aquellos que contengan Omega 3.
Descanso. No dormir lo suficiente añade al rostro signos de cansancio y evita que nuestra piel se regenere correctamente. Por eso, en los días posteriores a las navidades, construye una nueva rutina de sueño, en la que consigas dormir un mínimo de siete u ocho horas, tratando de mantener la hora de acostarte cada día.
Limpieza. Sobra decir que este punto juega un papel clave en toda la rutina. Por eso, hay que prestar atención en cada uno de los puntos: elige un gel acorde a tu tipo de piel. Con suavidad, extiéndelo, aprovechando para masajear suavemente las zonas a tratar ¡Incidiendo en aquellas más difíciles! Recuerda apoyar este paso con una buena hidratación. Los resultados son visibles desde el primer uso, la textura de la piel mejora y la sentirás más suave.
Hidratación. Nuestra piel también se ve afectada por el exceso de maquillaje y la falta de una correctamente limpieza, sumado a las excesivas cantidades de grasas y azúcares que contienen las habituales comilonas navideñas, no solo restan humedad, sino que favorecen la aparición de acné y brillos, promoviendo el envejecimiento de la piel. Beber más de dos litros de agua ¡juega un papel fundamental! para depurar nuestro organismo y restablecer los niveles de hidratación en los días posteriores a las fiestas. En el caso de la piel, será necesario hidratarla intensamente, repitiendo el proceso tanto por la mañana como por la noche.