Por norma general, una de las promesas que más solemos hacernos es la de cuidar nuestra piel a fondo, sobre todo cuando la vemos irritada o, en general, más estropeada de lo habitual. Pero casualmente, siempre termina siendo la más olvidada: nos vamos a la cama sin desmaquillar, se nos olvida hidratar la piel… Y eso solo es el principio, porque la verdad es que no dejamos de cometer errores con ella a diario, provocando que se deshidrate, se debilite, seque, cuartee y no pueda hacer frente a los agentes externos o regenerarse correctamente. Cierto es que estos fallos muchas veces los cometemos por mero despiste o sin darnos cuenta, por eso, he aquí una lista de los errores, no siempre tan comunes, por los que hacemos pasar a la piel, de los que debes tomar nota para no volver a cometerlos en todo lo que nos espera de 2019.
Pensar que no necesitas hidratación. Por no hablar de que uno de los errores más comunes que cometemos con nuestra piel es el de olvidar usar crema hidratante porque «no nos da la vida», se nos olvida o nos da pereza detenernos a echarnos crema.
Antes de dormir. Todas hemos cometido este error por lo menos una vez en nuestras vidas, pero es importante que antes de acostarte, retires todo tu maquillaje y limpies tu cara. Así evitaras el envejecimiento prematuro de la piel, menos acné y despertarás con una piel luminosa y saludable.
Sábanas y toallas. En nuestras fundas de almohada y toallas es donde más sustancias se acumulan, que pueden ocasionar estragos en la salud de nuestra piel. Y no es de extrañar. Sobre la almohada nuestro rostro pasa apoyado las horas en las que la piel está más activa, regenerándose y desintoxicándose, y en las toallas quedan los restos de suciedad que no se han ido por el desagüe al aclarar el rostro, con lo que las bacterias quedan en estos objetos del menaje. Por eso, es fundamental que no usemos las mismas toallas y sábanas más de una semana.
¿Has aprendido la lección? Pues a seguir disfrutando del 2019 con la mejor piel posible.