¿Sabías que la memoria olfativa es la que más perdura en el tiempo?
A todos nos ha pasado alguna vez que un olor nos ha transportado a algún lugar, a alguna persona, a algún recuerdo. El olor a casa de tus abuelos, el olor que te trae a la mente a esa persona que es tan especial, o incluso el olor que te evoca sensaciones negativas al recordar un momento no tan bueno. Todo esto ocurre gracias a la memoria olfativa.
La memoria olfativa es la que nos da la posibilidad de guardar un aroma en el cerebro y vincularlo con emociones, las cuales posteriormente podremos revivir al percibir ese mismo olor.
¿Cómo funciona?
El transcurso comienza cuando el epitelio olfativo, que contiene neuronas receptoras, detecta el aroma. Las fosas nasales captan las moléculas de olor que viajan por el ambiente, y estas neuronas de las que hablamos envían el olor al bulbo olfativo, una estructura del cerebro que se encuentra detrás de la nariz y que posee receptores sensoriales que envían señales a la estructura límbica, la cual se encargará de verificar la información emocional y consolidar los recuerdos. Todo esto es un ciclo subjetivo, pues cada persona asociará un olor con una situación o vivencia personal y única.
Tras esta etapa de percepción, llegamos al resto del proceso cognitivo, en el cual se dan las siguientes fases:
- Sensación: interpretamos el olor subjetivamente
- Asociación: le damos un significado, lo relacionamos con algo
- Impronta: Se conectan la experiencia y la emoción para finalmente dar lugar al siguiente paso.
- Recuerdo: Fase final en la cual almacenamos el olor junto con la experiencia y las emociones que nos provoca en la memoria olfativa.
Es increíble como funciona nuestro cuerpo, ¿eh? Pues hay más. Un aroma tiene mucho más peso en nuestra memoria que un sonido o una imagen, ya que lo que transmite ese olor no se almacena de manera aislada, sino que se complementa con la vivencia y el sentimiento que se tuvo en aquel momento, a diferencia de lo que percibimos a través de los demás sentidos. Y así, cada vez que nuestro cerebro recuerde un olor que nos evoque sensaciones positivas, nos enviará señales al resto del cuerpo para relajarnos y calmarnos. En cambio, si relaciona el olor con alguna emoción negativa, hará que los músculos se tensen para huir o atacar y estimulará sensaciones de angustia o ansiedad.
La importancia de elegir un buen perfume
Un perfume, con su olor, consigue que nuestra memoria olfativa nos transporte a vivencias y nos evoque emociones, incluso nos puede hacer viajar a otro lugar del mundo sin salir de casa. Son poderosos, y por eso es imprescindible saber elegir el correcto para cada uno.
El perfume que usarás será tu seña de identidad, te hará sentir único y representará tu personalidad. Por ello, un perfume que te haga sentir más tú siempre será el complemento perfecto. Floral, masculino y amaderado, avainillado, cítrico… ¡El olor que más te represente!
¡Confía en la memoria olfativa y haz que cuando alguien huela tu perfume inmediatamente se acuerde de ti!