El cuidado de la piel es fundamental para lucir un aspecto radiante. Recuerda siempre que la piel es nuestra “fachada” y su apariencia puede decir mucho de nuestra salud. Tener una piel bonita no es solo presumir de piel suave: una buena hidratación, utilizar los productos adecuados para su cuidado y protegerla del sol son otros de los aspectos fundamentales para llegar a ello.
Paso 1
Despertar. Para un agradable despertar. Refresca tu rostro con agua y deja actuar durante unos segundos, y luego seca el exceso.
Paso 2
Dinamismo. Tu piel estará viva y preparada para recibir los tratamientos posteriores. No te excedas con la aplicación de cremas.
Paso 3
Estimula. La piel del rostro es la más delicada, por lo que tenemos que tener especial cuidado con ella. Ayúdate de una hidratante que proporcionará frescor en esa zona.
Paso 4
Objetivo. Aplica hidratación al resto del cuerpo. Espera unos instantes para que se absorba. Su aplicación se realiza siempre en movimientos ascendentes y del interior hacia el exterior sin olvidar zonas como el cuello.
Paso 5
Desmaquilla. Antes de acostarte, el desmaquillaje y la limpieza son pasos esenciales para una piel radiante y cuidada. Además de retirar el maquillaje, permiten eliminar las impurezas acumuladas a lo largo de la jornada.
Paso 5
Reconforta. El ritual de tratamientos de noche se orquesta de la misma forma que el ritual de la mañana. Comienza aplicando hidratación a nuestro rostro, a continuación al resto del cuerpo.
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