Al igual que nos sucede a los adultos, los bebés necesitan salir fuera de casa, para tomar aire fresco y continuar desarrollando los distintos sentidos, a la vez que van explorando el mundo en el que viven. Esto les ayuda a ir descubriendo cosas nuevas y a acostumbrarse a distintas situaciones: las estaciones del año, los cambios de temperatura…
Por todo eso, es importante que si tienes un hijo pequeño, salgas con este a pasear. A continuación te presentamos una guía para que tanto tú como tu pequeño disfrutéis al máximo.
- Entre los artículos que debes llevar en el carrito, ten siempre una botellita de agua para que tu hijo esté bien hidratado, especialmente en los meses de más calor. Aunque no te la pida, ofrécele que beba porque es un hábito realmente saludable.
- Por supuesto, es importante que siempre lleves la sombrilla bien puesta, para que el sol no moleste al pequeño. No olvides que conforme te muevas el sol irá cambiando de posición, por lo que deberás ir adaptándola en cada momento que sea necesario.
- Ten en cuenta la estación del año, porque en base a la misma el paseo será recomendable a una hora u otra. De esta manera, si es invierno conviene hacerlo en un momento que caliente el sol. En cambio, si es verano procura salir temprano o a última hora de la tarde para evitar un golpe de calor.
- También es aconsejable que, en vuestros paseos os paréis a la sombra de los árboles. Si pones bien la capota, el bebé estará a fresco y ventilado, lo que le puede llevar a dar incluso una cabezadita.
- Es conveniente que vayas hablando con el bebé. Así reconocerá tu voz y se sentirá más tranquilo. Por supuesto, disfruta tú también del paseo, pero no olvides ponerte el protector solar, sobre todo en invierno. Ten en cuenta además que son hábitos que puedes ir inculcando a tu hijo desde pequeño, en pro de su salud.