¿Alguna vez un olor te ha devuelto a tu infancia? ¿Te ha teletransportado a otro lugar? Este el tipo de memoria más primaria y tiene una gran conexión con nuestras emociones. Y sí, a todo esto se le conoce como memoria olfativa.
Es importante aclarar que el sentido del olfato es un sistema químico. Por lo tanto, se encarga de detectar los químicos que generan aromas en el ambiente. Este procesamiento es fundamental para la supervivencia, ya que nos ayuda a detectar sustancias que pueden llegar a ser riesgosas para nuestra vida, como alimentos en mal estado. Asimismo, es uno de los sentidos más eficaces. Esto se debe a que entra de manera más directa a las estructuras cerebrales que procesan su información.
Pero ¿es posible educar la nariz? ¿se puede escuchar el olfato? ¿El olor envejece? La era digital está favoreciendo la pérdida de sensibilidad a todo lo que no sea visual. Nos encontramos en un momento en el que todo debe entrar por los ojos, y aunque las redes sociales se han convertido en un catalizador de las relaciones, las personas, cada vez más, necesitan olerse, acercarse y mirarse, utilizando para ello productos que les ayudan a sentirse mejor y a reforzar su identidad. El olfato es fundamental para el ser humano porque es una forma química de detectar lo que nos rodea. Se ha comprobado que las frecuencias cerebrales cambian en función de las fragancias y el gusto. ¿La percepción de los olores cambia con la edad? La sensibilidad se reduce ligeramente con la edad, pero a cambio hay más experiencia con lo cuál se compensa.
Como sabemos, los que percibimos por el olfato no se filtra racionalmente con facilidad. Aun así, tiene un impacto sobre aspectos emocionales y sociales. Son varios los procesos que ocurren en el cerebro para ayudar a consolidar la información de la memoria olfativa, entre ellos están los siguientes:
- Percepción. Consiste en captar el aroma externo para identificarlo y diferenciarlo del resto. El resultado va a ser una representación mental del aroma y se va a relacionar con un significado.
- Sensación. Aquí, se realiza una interpretación y representación subjetiva de este aroma. En la mayoría de las ocasiones lo asociamos como agradable y desagradable.
- Emoción. En la memoria olfativa este aspecto toma un gran protagonismo, es procesada principalmente por nuestro cerebro emocional. Por lo tanto, suele ser el aspecto más relevante que se tiene dentro de este tipo de memoria.
- Asociaciones. En este caso, suele ganar protagonismo la emoción. Por lo tanto, se hacen asociaciones de elementos y situaciones específicas con los aromas y con el tiempo se pueda evocar de manera voluntaria este recuerdo.
- Almacenamiento. Se relaciona con la memoria que permanece a largo plazo, lo cual sucede con la mayoría de información olfativa. Este proceso suele esta influencia por el contexto y las características personales.
En definitiva, debemos entender que la memoria olfativa, por su canal de comunicación directa con nuestros centros de decisión, juega un papel importante en nuestras vidas ¡Aprende a educar el olfato!