La piel del bebé es muy delicada, especialmente en algunas zonas como la del culito, que, está más expuesta a posibles irritaciones. Por lo tanto, requiere un cuidado muy especial cada vez que lo cambias.
En primer lugar, antes de empezar prepara todo lo que vas a necesitar sobre el cambiador: pañales, algodón, crema para el culito, etc. Cambia con regularidad el pañal en cuanto lo notes húmedo, se aconseja después de las tomas. A los recién nacidos hay que cambiarles con más frecuencia. Cuidado con la talla del pañal, usa pañales de la talla de tu bebé, para conseguir una protección adecuada.
A la hora del secado, seca bien los pliegues y cada vez que sea posible, deja secar la piel al aire. No esperes a que el culito de tu bebé esté irritado para aplicarle cremita. Ayudando a prevenir, aliviar y reparar las irritaciones y rojeces del culito de tu bebé, incluso las producidas por el roce del pañal, diarreas o periodo de dentición.
En caso de rojeces, deja el culito al aire siempre que sea posible y usa un cuidado adecuado. Por último, durante todo el proceso del cambio de pañal, note alejes del cambiador ¡las caídas se producen en pocos segundos!