El invierno es una época complicada para nuestra piel. El frío, el viento y la humedad debilitan la superficie cutánea haciendo que esta requiera más cuidados de lo habitual, tanto a nivel de limpieza como de hidratación y nutrición.
Es habitual, en esta época del año, notar esa sensación de tirantez en el rostro si pasamos muchas horas fuera de casa, expuestas a los desafíos climatológicos. Esto se debe a que frío, el viento y los cambios extremos de temperatura debilitan la capa exterior de la piel, dejándola expuesta y, por tanto, débil, ante los agentes externos.
Además, dada la falta de vitaminas y agua que sufre nuestra piel a causa del frío y el desgaste, el rostro suele sufrir falta de luminosidad en esta época, que provoca ese efecto apagado.
El azúcar es siempre visto como un villano de la belleza, al ser un alimento rico en calorías pero, no conocemos que puede ser un gran aliado para la lucir una piel hermosa durante esta época. El azúcar es un humectante natural, ayuda a la hidratación de la piel. Contiene ácido glicólico, que ayuda en el rejuvenecimiento de las células de la piel de manera más rápida y eficiente. Este ácido es ampliamente utilizado en cremas anti-envejecimiento y tratamientos para la piel a recuperarse de manchas de sol.
Sus partículas son excelentes para eliminar las células muertas de nuestra piel, es un perfecto exfoliante para tu piel y ¡el compañero perfecto en este invierno!