
Consejos para cuidar tu piel en la playa
No te pierdas nuestros consejos para cuidar tu piel en la playa.
¡Es tiempo de celebrar que el verano ha llegado a nuestras vidas! No hay mejor forma de hacerlo que pasando un espectacular día de playa o de piscina. Pero… ¡Cuidado! No olvides proteger y cuidar tu piel en la playa. ¡Anota estos consejos!
Comenzamos, vamos a preparar todo lo que necesitamos:
¡Equipaje a mano!
Equípate con lo necesario para proteger tu piel: gafas, sombrero, sombrilla, camiseta… Todo lo posible para poder evitar que el sol incida directamente en tu piel.
¡ESPERA! Antes de salir de casa…
Protección, ¿antes o después?
Aplica protección solar antes de llegar a la playa, pero ¡OJO! Renuévala continuamente, sobre todo después de los baños, porque a pesar de que la crema sea resistente al agua, corremos el riesgo de que se haya eliminado un poco de producto.
Ya estamos allí, ahora…
¿También hay horario para tomar el sol?
Sabemos que en verano no queremos saber nada de horas ni de planificación, pero es importante que evites la exposición directa entre 12h-16h, pues estas son las horas de mayor índice de rayos UVA. Si estás en la playa, descansa debajo de la sombrilla, ¡lo agradecerás! O si te parece, ¡corre al chiringuito a tomar un refresco!
¿Y cuando llegue a casa?
Cuando llegues a casa, ¡hidrata y calma la piel con crema hidratante y after-sun! Consejito: los after sun de aloe vera vienen genial 😉
Cuidar tu piel después de ir a la piscina también es fundamental para mantenerla saludable y radiante, especialmente si has estado expuesto al cloro o a la sal del agua del mar. Un consejo extenso que abarca varios aspectos podría ser el siguiente:
Después de salir de la piscina, lo primero que debes hacer es enjuagar tu cuerpo con agua dulce. Esto es crucial, ya que el cloro y otros productos químicos que se utilizan para mantener el agua de la piscina limpia pueden ser muy agresivos para la piel. Al enjuagarte, eliminas estos residuos y previenes la irritación y la sequedad. Utiliza agua tibia, ya que el agua caliente puede despojar aún más a tu piel de sus aceites naturales, y el agua fría podría no ser tan efectiva para eliminar los residuos.
Una vez que te hayas enjuagado, el siguiente paso es limpiar tu piel con un gel o un jabón suave. Opta por productos que sean hipoalergénicos y sin fragancia, ya que estos son menos propensos a causar irritación. Busca jabones que contengan ingredientes hidratantes como la glicerina o el aloe vera, que ayudarán a reponer la humedad que el cloro puede haber eliminado. Asegúrate de limpiar bien todas las áreas, especialmente aquellas que han estado en contacto directo con el agua, como el rostro, los brazos y las piernas.
Después del baño, sécate suavemente con una toalla limpia y suave. Evita frotar la piel con fuerza, ya que esto puede irritarla. En lugar de eso, da toquecitos suaves para eliminar el exceso de agua. Este es un buen momento para aplicar un exfoliante suave si sientes que tu piel ha acumulado células muertas o está opaca. Sin embargo, no es necesario exfoliar cada vez que salgas de la piscina; hazlo de manera esporádica para evitar dañar la barrera cutánea.

































